La DO La mancha es una de las más antiguas de España, data como tal desde 1932, situándose en la Meseta Central de la Península Ibérica, esta regada por las aguas de tres grandes ríos, el Tajo, el Júcar y el Guadiana. Engloba 182 municipios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Constituye la mayor concentración de viñas del mundo con 480.000 has., aunque inscritas bajo la DO tiene 165.200 has., ubicando la mayor parte en Ciudad Real con 81.300 has. Un total de 16.100 viticultores y 263 bodegas que producen más de 47 millones de litros al año.
Si hablamos de su historia vinícola, aunque los orígenes documentados en La Mancha datan los siglos XII-XIII tras la repoblación de estas tierras en plena Reconquista, muchos son los que diga que las viñas manchegas se remontan a la época romana como en la mayor parte de la Península. No obstante, el cultivo de los viñedos en La Mancha alcanza su máxima expansión a partir de 1940, debido a la implantación de numerosas cooperativas vinícolas en toda la región. La viticultura es, además, la principal actividad económica de los municipios que conforman la Denominación de Origen. Posteriormente, la Guerra Civil y los duros años de la posguerra hacen que este proyecto permanezca parado hasta los años 60, cuando empezará su auge culminando con la creación del Consejo Regulador en 1973.
DO La Mancha es una gran tierra llana, sin grandes alturas, alcanzando las cuotas más altas cerca de los Montes de Toledo, con sedimentos miocénicos de estructura caliza. En la estructura del suelo, predominan las formaciones de arcilla arenosa de un color pardo-rojizo, pobre en contenido orgánico y rico en caliza y tiza, esta abundancia de suelos calizos en La Mancha, la hace propicia para hacer vinos tintos con gran cuerpo, alcohólicos y buenos para crianza. La sequedad es otra de las características más acusadas, ya que debido a su micro-clima es poco frecuente la entrada de vientos húmedos, con tendencia a pocas lluvias (300 a 350 mm anuales). Su clima continental extremado propicia que las temperaturas de sus inviernos puedan ser muy bajas, alcanzando cifras de hasta menos 15º C, pero por otro lado esta tierra goza de más de 3.000 horas de sol al año, por lo que los vinos de la Denominación de Origen La Mancha están influidos por un ambiente de extremada sequedad y alta insolación, llegando a temperaturas cercanas a los 45º C.
Perfecta para este entorno es la variedad Airén, que ocupa una gran parte de los cultivos, otras variedades dentro de las uvas blancas son: Moscatel de grano menudo, Parellada, Pedro Ximénez, Riesling, Sauvignon Blanc, Torrontés, Verdejo, Viognier, Macabeo o Viura, Chardonnay y Gewürztraminer.
En el bando de las tintas se cultivan: Cencibel o Tempranillo, Pinot Noir, Garnacha, Graciano, Malbec, Mencia, Merlot, Monastrell, Moravia dulce o Crujidera, Petit Verdot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Bobal.
Los tipos de vinos producidos por esta DO La Mancha los clasificaremos en Blancos, Tintos, Rosados, Tradicionales (cuya vida natural es comparable a cualquier otro vino de crianza, aunque su conservación ha sido realizada en depósitos o en tinajas. En este apartado también se incluirían los vinos blancos naturalmente dulces), de Aguja (por su particular elaboración conservan una pequeña cantidad de anhídrido carbónico procedente de la fermentación de los azúcares) y Espumosos (elaborados con el método tradicional, con un mínimo de nueve meses de crianza en botella, son blancos y rosados).
Atendiendo a su nivel de envejecimiento hablaremos de Vinos Jovenes (deben ser consumidos en un período no superior a nueve meses desde su elaboración), Vinos Envejecidos en Barrica de Roble (cuya elaboración será igual a la de los vinos jóvenes, pero con una permanencia mínima en barrica de roble de 60 días), Vinos Crianza (con 2 años de envejecimiento natural, de los cuales uno de ellos deberá ser en barrica y botella), Vinos Reserva (con una crianza mínima de doce meses en roble y veinticuatro meses en botella) y Vinos Gran Reserva (con una crianza mínima de veinticuatro meses en roble y treinta y seis meses en botella).
En cuanto al enoturismo cabe destacar la Ruta del Vino de la Mancha que pertenece a las rutas del vino de España.
Selecciona una bodega