La DO Penedés (en catalán Penedès) es una denominación de origen española que toma su nombre de la región catalana del Penedés. Fundó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen en 1960 y a continuación la DO que tiene un área de cultivo es de 27.542 ha., comprende 47 términos municipales en el sur de la provincia de Barcelona, y 16 términos municipales en la provincia de Tarragona. Actualmente el Consejo Regulador tiene inscritas en sus registros a cinco mil setecientos viticultores, doscientas setenta bodegas y ciento cuarenta y ocho empresas dedicadas a la crianza y a la exportación, este contingente implica una producción anual de entre un millón y medio y dos millones de hectolitros de vino.
Existen documentos que prueban el cultivo de vid en Penedés en el siglo IV a.d.C. El poeta latino Avieno habla de estos en su obra Ora marítima y tras el desembarco romano escritores como Plinio, Silio y Marcial hacían lo propio elogiando y describiendo los vinos de esta región. La Via Augusta que atravesaba el Penedés, era el núcleo del comercio internacional romano. En aquella época los vinos tintos eran más cotizados que los blancos al igual que en el resto del mediterráneo ya que se consideraban una mejor ofrenda a Baco. El cultivo continuó en la Edad Media aunque mermado por culpa de los asentamientos islámicos. Después de la filoxera, al replantarse el viñedo se perdieron muchas variedades tintas como la monastrell o la trepat, pero desde ese momento sólo 3 o 4 viticultores se esforzaban por producir y vender vinos de una calidad suficiente para la exportación, el resto se dedicaba a vender vinos anticuados y más o menos fortificados. A partir del boom del cava las grandes bodegas se esforzaron por devolver al Penedés al lugar que le correspondía afrontando la producción de vinos de calidad aromáticos y con un buen paso de boca a partir de grandes inversiones tecnológicas en sistemas de temperatura controlada, prensas neumáticas, cubas de fermentación de acero inoxidable, etc.. al mismo tiempo se aclimataban las mejores cepas internacionales como la cavernet sauvignon, la chardonay, la riesling o la sauvignon blanc. Estas nuevas variedades ayudaron a dar vinos más sedosos y profundos con lo cual una mayor calidad. En 1970 había una máxima en España que decía: “El vino tinto en la Rioja, el rosado de Navarra y el blanco del Penedés” aunque últimamente se esta haciendo un hueco también en el mercado de los vinos tintos.
Los suelos del Penedés son pobres en materia orgánica, predominando los suelos pardos mediterráneos con bastante proporción de caliza y arcilla que ofrecen buena permeabilidad y retienen bien el agua. Hay tres zonas diferenciadas constituyen la DO: el Penedès Superior (cercana a la Cordillera Prelitoral), el Penedès Marítimo (junto al mar y en la Cordillera Litoral) y el Penedès Central (entre una y otra zona). Esta Denominación dispone de una gran diversidad de microclimas, consecuencia de su proximidad litoral y de su altitud. La climatología es típicamente mediterránea, es decir, suave y cálida. La zona del Penedès Marítimo (Baix Penedès y Garraf) es más templada por la influencia y proximidad del mar. El Penedès Superior (Alt Penedès, Alt Camp, Anoia y Baix Llobregat) goza de precipitaciones más frecuentes y de mayor contraste entre temperaturas máximas y mínimas. El Penedès Central (fundamentalmente Alt Penedès) es el compendio de ambos microclimas.
La Denominación de Origen Penedés, ampliamente reconocida por su calidad en los vinos blancos, combina una oferta de vinos elaborados con las variedades tradicionales comandados por la Xarel·lo, aunque también la Macabeo, Malvasía de Sitges, Moscatel de Alejandría y Parellada, con otros que con los años se han introducido y aclimatado con éxito como Chardonnay, Riesling, Gewurztraminer, Chenin blanc, y Sauvignon blanc. Las variedades tintas son: Garnacha, Tempranillo, Syrah, Monastrell, Merlot, Pinot Noir, Cariñena, Tempranillo y Cabernet Sauvignon.
Los vinos elaborados, amparados por la DO Penedés, son estos: Vino blanco, vino tinto, vino rosado, vino espumoso, vino dulce natural, vino de aguja y vino de uva sobremadura.
En cuanto a la crianza y envejecimiento para los vinos blancos, el reglamento establece un mínimo de seis meses antes de comercializarlos, con ello se obtiene que los vinos se asienten y lleguen al consumidor con el máximo esplendor. para los vinos tintos se exige un mínimo de 15 meses de crianza y a partir de aquí los productores pueden seguir el envejecimiento en botella. Para los tintos reserva el periodo es ya de tres años de crianza, siendo uno obligatorio en madera y dos en botella. Para los grandes reservas el periodo es practicamente el doble. En definitiva, los vinos de Denominación de Origen suelen salir al mercado entre los dieciocho meses y los dos años, aunque esto no supone que haya productores que alarguen más todo el proceso, dependiendo de la calidad y el tipo de vino que quieran ofrecer. A los espumosos elaborados en el Penedès se les denominará Clàssic Penedès como una declaración de intenciones del considerado “el mejor espumoso que se puede saborear”.
En cuanto al enoturismo cabe destacar la Ruta del Vino del Penedés que pertenece a las rutas del vino de España.
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