La DO Alicante ha sido recientemente considerada por la Guía Peñín, como la más valorada de España. Es reconocida como Denominación de Origen en 1932. Esta D.O engloba a 50 municipios de la provincia alicantina. Dividiéndose en dos zonas: la formada por la comarca de la Marina Alta y la zona vinícola formada por las comarcas de Alacantí, Alcoiá, Comtat, Vinalopó Alto y Vinalopó Bajo. Tiene una extensión de viñedo inscrita de 14.600 hectáreas en las que más de 40 bodegas producen 400.000 hl de vino gracias al trabajo de casi 2 millares de viticultores. Algo completamente digno de mentar en esta Denominación es que en ella se elabora el vino Fondillón, que es un vino dulce a base de uva monastrell sobremadura o lo que es lo mismo recogida después de la vendimia tradicional y caracterizado por una alta graduación, unos 18º proveniente del azúcar de la Monastrell y anejado al menos durante una década en viejos toneles alicantinos o monoveros con volúmenes de hasta 1200 litros que le aportarán la carga de madera y esos toques cálidos tan característicos de este vino. El nombre Fondillón se debe al poso que se acumulaba en el fondo de los barriles donde adquieren su añejamiento. Este vino está reconocido como uno de los 5 vinos de lujo europeos junto con el Champagne, el Jeréz, el Oporto y el Cava. Para hacernos una idea del prestigio del fondillón basta con ojear este catálogo de precios del siglo pasado: vino Alicante Fondillón 800 francos/hectolitros, Málaga 135, Porto, 153, Xerez 204, Valdepeñas 60. Las referencias literarias de este vino son continuas, desde Shakespeare hasta Julio Verne o Alejandro Dumax.
Históricamente fueron los íberos quienes introdujeron los viñedos en la provincia de Alicante, pero hasta los tiempos de los Árabes no hay constancia escrita de estos vinos, siendo elogiados por los poetas de la época. Pero no será hasta el Renacimiento cuando los vinos de Alicante alcancen una fama mundial, siendo tremendamente exportados a toda Europa, sobre todo a Inglaterra, Escocia y Flandes. Pero será durante el siglo XIX cuando la filoxera arrasa Francia el momento de mayor explendor al firmar un tratado preferencial para exportar el vino a este país, llegando a tener 90.000 hectáreas cultivadas y produciendo 1.200.000 hectolitros. Pero al finalizar el contrato con los franceses en 1892, la excedencia y sobreproducción acabara con la viticultura Alicantina. Aun así es innegable la gran fama que alcanzo el vino Fondillón, teniendo un lugar reservado en las mesas más importantes de toda Europa y que permitió a la denominación de Alicante ser una de las primeras Denominaciones Reales.
Desde esa época hasta la actualidad muchos son los cambios que han acontecido hasta llegar a volver a un tiempo en que se resaltan las cualidades de los vinos de Alicante y se reconoce el buen hacer de jóvenes enólogos y vitícultores que tienen puesta la mirada en un objetivo: devolver la importancia y el protagonismo que por herencia merecen los vinos de la DO Alicante. Para llevar esto a cabo cuenta con unos suelos calizos extraordinarios, con escasos niveles de arcilla y a penas material orgánico, a su vez son suelos con elevada porosidad y permeabilidad, que facilitan el drenaje y evitan la retención de agua, impidiendo la proliferación de hongos fitopatógenos, factores fundamentales a la hora de elaborar unos vinos de alta calidad.
El clima mediterráneo también será un factor clave para el desarrollo de la vid en esta denominación, conjugándose las altas temperaturas con muchas horas de insolación y la escasez de precipitaciones.
Dentro de las variedades de uvas, la preferente y abanderada de esta denominación es la Monastrell que ocupa un 60% de los viñedos, y como autorizadas utilizadas para la elaboración de los vinos de la Denominación de Origen Alicante están, en las variedades de uvas tintas: Garnacha, Garnacha Tintorera, Tempranillo, Bobal, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Pinot Noir. Para las uvas blancas contaremos con: Chardonnay, Macabeo, Merseguera, Moscatel de Alejandría, Sauvignon Blanc, Planta Fina de Pedralba y Verdil.
Los tipos de vinos producidos son blancos, tintos, rosados, dulces, de licor, espumosos y por supuesto el fondillón. Los blancos más importantes son los de Moscatel, sobre todo los de moscatel de Alejandría de la Marina Alta. De los tintos los más típicos son los de monastrell por su comportamiento con las características de la zona. Los rosados no son fáciles de crear pero son perfectos para maridar. Los vinos dulces serán muy similares a los de licor, estos últimos también son conocidos como mistelas y pueden ser tanto blancos como tintos. En cuanto al envejecimiento distinguiremos entre vinos jóvenes, crianza, reserva y gran reserva.
Destacar también que la Ruta del vino de Alicante pertenece a las Rutas del Vino de España y nos ofrecerá una propuesta Enoturística que sumergirá al visitante en un emocionante viaje alternativo a la propuesta turística habitual de sol y playa, mostrándonos las riquezas culturales y gastronómicas de las comarcas interiores de Alicante.
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