La DO Empordà se situa en un entorno mágico en Cataluña, entre mar y montaña, entre los Pirineos y el mar Mediterraneo. Esta denominación tiene una tremenda cultura por el vino ya desde la época griega cuando fundaron la ciudad de Empúrda. 48 municipios se reparten la zona de producción. Diferenciando dos grandes extensiones, Alta Empordà y Baja Empordà.
Consigue la designación oficial en 1975 pero en 2006 es revisada y adaptada a la ley. El Consejo Regualador vela por su cumplimiento además de organizar multitud de eventos para promocionar los vinos de la Denominación de Origen.
Los vinos ampurdaneses muestran un gran abanico de posibilidades que van desde los tintos con cuerpo, complejos y elegantes con crianza o sin ella, los frescos y sabrosos blancos, los rosados, los vinos ecológicos, las mistelas ylos vinos de uva sobremadurada, hasta los vinos espumosos.
Destacaremos la Garnatxa de l’Empordà, que es un vino de licor dulce fortificado muy maduro, con la uva secada al sol después de la vendimia, tradicional de la zona.
En las casi 2000 hectáreas de viñedo se plantan 22 variedades de uvas, que en estos años han mejorado para adaptarse a las tecnicas de cultivo modernas, haciendo algunos cambios de varietales. Dentro de las blancas, la uva Garnacha blanca, Garnacha roja, Macabeo, Moscatel de Alejandría, Chardonnay, Gewurztraminer, Malvasía, Moscatel de grano menudo, Picapoll blanc, Sauvignon blanc y Xarello. Para las tintas, la uva Cariñena, Garnacha, Cabernet sauvignon, Cabernet franc, Merlot, Monastrell, Tempranillo, Syrah y Garnacha peluda.
Los suelos de la Denominación de Origen Empordà son en su mayoría de textura arenosa, pobres en materia orgánica y ciertamente ácidos. En las llanuras son de origen aluvial y en las faldas de las montañas más pizarrosos y graníticos.
En el clima de la DO Empordà destacaremos antes de nada el efecto positivo y sanitario que tiene sobre el viñedo el viento de Tramontana que acompañara a unos inviernos suaves y a unos veranos calurososcon temperaturas medias anuales de 15º. Las lluvis pueden alcanzar los 600 litros anuales. La insolación de la que se hacen gala los viñedos es la idónea para elaborar vinos dulces naturales.
En cuanto al enoturismo cabe destacar la Ruta del Vino de Empordá que pertenece a las rutas del vino de España.
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