Son más de 2 siglos y medio de historia y tradición en torno al vino los que se llevan dando cita en esta Ruta del Vino de Empordá, reflejo del abundante y floreciente comercio por el mediterráneo de sus vinos durante la hegemonia romana.

Los visitantes rapidamente advierten que la experiencia va más allá que sólo probar sus vinos y entienden que están ante el resurgimiento de una de las rutas de enoturismo más espectaculares del continente.

La oferta vinícola que nos encontraremos es muy variada, resaltando como curiosidad la garnacha de Empordá, un vino dulce natural excepcional para postres al igual que el otro vino dulce reconocido el moscatel de Empordá.

En cuanto a la gama de vinos tanto tintos como blancos y rosados, diremos que es muy amplia, los tintos son plenos, sabrosos y muy agradables, muchos de ellos con crianza, elaborados a partir de la uva Cariñena y la uva Garnacha Tinta. Los blancos de la zona son muy frescos y sabrosos procedentes de las variedades de uva Garnacha Blanca y uva Macabeo principalmente. Siguiendo en la linea de los vinos frescos encontraremos unos rosados con una graduación alcoholica baja con aromas delicados y un magnífico color cereza. En Empordá descubriremos muchas históricas bodegas así como nuevas generaciones de emprendedores que recuperan viñas antiguas para aplicarles las tecnologias más modernas e innovadoras.

La Ruta del Vino de Empordá esta prefectamente estructurada para el disfrute del visitante, cuenta con una amplia oferta de bodegas por descubrir, establecimientos especializados en vino, museos, alojamientos con encanto donde descansar déspues de un día duro de enoturismo y por supuesto restaurantes donde poder disfrutar de la escelente gastronomía de la zona con una cocina tradicional repleta de productos típicos. En este punto haremos una mención especial a los embajadores Ferran Adriá y los hermanos Roca que nos han puesto en el mapa como destino de la cocina internacional. El Bulli tiene un centro de investigación culinario en Roses y en Girona se encuentra "El Celler de Can Roca" que no se baja del top ten de la lista de los mejores restaurantes del mundo. La importancia de la gastronomía en la zona se puede ver en un calendario lleno de ferias y mercados que giran en torno a los vinos y los productos locales, aptos para todos los gustos.

Tendremos a nuestra elección turismo de playa y sol, turismo rural y turismo enogastronómico, asi como un sin fín de actividades como conciertos en bodegas, picnics entre viñas, paseos a caballo o en trenecito, cicloturismo, tratamientos en vinoterapia e incluso salidas al mar a bordo de un velro o un catamarán.

A todo esto le sumaremos la posibilidad de conocer un patrimonio muy diverso y bien conservado desde el Pirineo de Girona hasta parte de la Costa Brava donde recorreremos la historia desde el paleolítico, pasando por distintas civilizaciones, iberos, griegos o romanos y contemplando tesoros de la Edad Media además de el legado judío que no dejara indiferente a nadie.

Otro regalo de esta ruta será el descubrimiento de la vida y obra del pintor ampurdanés Salvador Dalí a traves de los museos enclavados en Figueres, Portlligat y Púbol.