Brasil, el país del fútbol, el carnaval y la samba, esta poniendo ese mismo sentimiento en la elaboración de sus vinos. Gracias a su diversidad climática típica de una zona contineltal, y la creatividad de los brasileños, famosos por su capacidad para reinventarlo todo, están llevando al país a lograr una viticultura completamente única. Aprovechando los escenarios favorables como la Copa del Mundo de fútbol y más recientemente los Juegos Olímpicos, las estrategias comerciales y publicitarias del Ibravin (Instituto brasileño del vino) se centraron en el posicionamiento a nivel internacional de sus vinos, para lograr unas mayores exportaciones en el futuro ya que actualmente solo rondan el 6% de la producción de vinos finos.
La historia del vino en Brasil se remonta a sus inicios en el siglo XVII cuando los Jesuitas llegaron a América, más tarde lo harian colonos alemanes, portugueses e italianos que introdujeron sus cepas y sus procedimientos y técnicas viticultoras. Al principio se utilizaban cepas americanas, pero después se incrementaron las europeas. Puntualizar que actualmente Brasil produce dos tipos de vino según su normativa, el "vino de mesa" elaborado con uvas de peor calidad y el "vino fino" elaborado con vitis vinífera.
En 2015 ocupó el 16º puesto en importación mundial de vino en volumen y el 13º en valor, exactamente 82 millones de litros a un precio de 292 millones de dolares.
Ahora mismo es el 5º mayor productor del hemisferio sur, doblando las exportaciones del 2014 al 2015, siendo uno de los mercados que más rapido está creciendo. En el país hay una extensión de viñedos de cerca de 90.000 hectáreas, de las cuales 10.000 son de vitis vinífera, repartidas principalmente en 6 regiones vinicolas, con unas 150 bodegas que producen vinos finos.
Desde 2012 cuenta con una única Denominación de Origen, Vale dos Vinhedos, (Valle de los Viñedos) situada en la región de Serra Gaucha y otorgada por el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual.
Las variedades principales para las blancas son Chardonay, Moscato Blanca y Riesling. En las tintas, Cabernet Sauvignon, Merlot y Tannat, aunque no hay que olvidar la importancia tambien de la Pinot Noir utilizada principalmente para elaborar los vinos espumosos que gozan de gran fama.
Poco a poco empieza a tener un gran impacto el tema del enoturismo con la creación de varias rutas por diferentes zonas del país, atrayendo un creciente turismo, pero aún es pronto para predecir el futuro del sector vinícola de Brasil, aunque lo que está claro es que está luchando por ser reconocido a nivel internacional y tener algo que decir en este competitivo mercado.
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