La región de Alta Hungría se esta convirtiendo en uno de los principales destinos del país para el enoturismo. De gran interés son sus bodegas de 400 años, entre las que la más interesante es el sistema de bodegas del obispado. El laberinto de bodegas de Eger se puede recorrer en una visita guiada, es como una ciudad debajo de la ciudad.
El paisaje definido por las montañas Mátra y Bukk esconde una serie de tesoros naturales interesantes, pero el paisaje construido de la zona también cuenta con una riqueza similar. Las principales ciudades de la región, Gyongyos, Eger y Miskolc, no solo se han hecho conocidas por sus valores culturales, sino que su gastronomía también se está convirtiendo lentamente en una opcióna atener muy en cuenta. Los distritos vitivinícolas de la región son bastante diferentes entre sí.
Los viñedos plantados en las laderas de las montañas de Mátra y Bukk, los más altos de Hungría, forman una región vinícola de 13.000 hectáreas. Consta de tres distritos vinícolas, los distritos vinícolas de Bukk, Eger y Mátra, y cuenta con una amplia gama de variedades, desde Leányka a Cabernet Sauvignon o Traminer.
La singularidad de la región vinícola de la Alta Hungría radica en el hecho de que los viñedos suelen estar ubicados a una altura de 200 ó 300 metros sobre el nivel del mar en mesetas altas, laderas de montañas y en la ladera de la colina Nagy Eged a una altura de 500 metros. En consecuencia, el clima de la región vinícola está influenciado por las Montañas Centrales del Norte, que la protegen de los vientos invasores. Se caracteriza por suelos montañosos como toba volcánica de riolita, andesita, loess y suelos de bosque pardo.
Este suelo rico en nutrientes y la gran cantidad de luz solar dan como resultado agradables vinos frescos, afrutados y suaves.