Región de Valle de Colchagua
La región vinícola del Valle de Colchagua, en el centro de Chile, es una de las más prometedoras de Sudamérica. Forma la mitad suroeste de la región más grande de Rapel Valley al norte, y al este se encuentra el valle de Cachapoal, menos famoso pero igualmente prometedor. Algunos de los mejores vinos tintos de Chile se elaboran en el valle, principalmente de Cabernet Sauvignon, Carmenère y Syrah.
Podriamos decir que el Valle de Colchagua es una región productora de vino bastante nueva en Chile en comparación con el histórico Valle del Maipo. La mayoría de las modernas instalaciones vinícolas de la región se han construido teniendo en cuenta el enoturismo y, como resultado, el Valle de Colchagua goza de una creciente reputación como el " Valle de Napa " de Chile .
El Valle de Colchagua cuenta con un clima vitivinícola como mandan los cánones: cálido, pero refrescado por la brisa del océano y seco, pero refrescado por ríos y lluvias ocasionales. El terroir perfecto de la región, combinado con un marketing persistente y enfocado, ha convertido a esta en una de las regiones vitivinícolas más importantes de Chile, junto con el Valle del Maipo en el norte. Varios de los vinos más prestigiosos de Chile provienen del Valle de Colchagua: Clos Apalta de Casa Lapostolle, el Folly Syrah de Montes y Altura de Vina Casa Silva son ejemplos muy claros de como se están haciendo las cosas en la zona. Y si hubiera alguna duda de que el valle está bien considerado tanto en Chile como en el extranjero, esto se resuelve fácilmente con la presencia de la bodega Los Vascos en Peralillo, una empresa conjunta entre Santa Rita y los Rothschilds de Burdeos.
El área vitivinícola oficial del Valle de Colchagua se extiende de sureste a noroeste por 70 millas en su punto más ancho. Su límite occidental está formado por las colinas costeras que parecen correr a lo largo de toda la vasta costa del Pacífico de Chile. En el este, los viñedos están naturalmente limitados por las estribaciones de los Andes, en las que se adentran más y más cada año.
Colchagua es un poco más fresco que su primo norteño Maipo, pero aún mantiene un clima mediterráneo constante. Como ocurre con la mayoría de las áreas de Chile, el Océano Pacífico ofrece una influencia refrescante natural, una ayuda salvadora en una latitud de 34° S, que está más cerca del Ecuador que cualquier viñedo europeo. El grado de enfriamiento que proporciona el océano varía de este a oeste en el Valle de Colchagua, demostrado por la distribución de las variedades de uva tintas y blancas. Como regla general, las variedades de vino blanco se benefician de climas más fríos, mientras que los tintos prefieren condiciones más secas y cálidas. El predominio de las plantaciones de Cabernet Sauvignon, Carmenère, Malbec y Merlot en el este más cálido se refleja en el de Chardonnay y Sauvignon Blanc en el oeste refrescado por el océano.
Como ocurre con muchas de las regiones vinícolas del mundo, las empinadas laderas en los bordes de las montañas costeras están demostrando ser los lugares más deseables para la viticultura en Colchagua. Aquí, los viñedos pueden aprovechar la luz solar predominante y también los suelos graníticos de drenaje libre que estresan las vides, lo que conduce a menores rendimientos de bayas con una alta concentración de sabor. Estos sitios de ladera tienden a ser un poco más fríos que los del fondo del valle y, a menudo, disfrutan de una variación de temperatura diurna más pronunciada que los viñedos más bajos, lo que conduce a uvas con un excelente equilibrio de madurez y acidez.
El río Tinguiririca es un elemento clave en el valle de Colchagua. Fluye a lo largo del extremo norte de la región y atraviesa el pueblo de Santa Cruz, alrededor del cual se asientan muchas bodegas. El río trae agua clara de deshielo desde los picos andinos a los valles y viñedos de abajo, transportando limos y arcillas con él y creando suelos y terrenos ideales para la viticultura.