Bodegas Dominio de Pingus es el sueño de uno de los enólogos más populares de los últimos años, Peter Sisseck, un danés que en los noventa desembarca en nuestro país para hacerse cargo de la conocida bodega Hacienda Monasterio, reconvirtiendo los los métodos artesanales para la producción, frente a la moda industrial reinante por aquella época. Utilizaba las barricas de roble francés Allier para otorgar personalidad, y era defensor de la vendimia tradicional, en terrenos muy pequeños y controlados.
Su verdadero camino lo encontró cuando compro unas pocas hectáreas de cepas viejas en La Hora, imaginando un potencial que nadie más vió. Cuando Robert Parker probó la primera añada de Pingus dijo que era uno de los vino más excitantes que había probado en su vida, y este fue el pistoletazo de salida de la leyenda de este vino.
Dominio de Pingus es una bodega muy pequeña y artesanal pensada para una baja producción con el objetivo de hallar un espectacular resultado final. Actualmente se producen 3 marcas en la bodega, el vino PSI que podría decirse que es el más asequible para todos los bolsillos y nos podría introducir en el universo de Peter, el Flor de Pingus que tienen una producción de 60.000 botellas y su obra maestra, un vino que dicen los expertos, casi roza la perfección, el Pingus, del que se elaboran 6.000 botellas por añada, llegando a ser de los 10 vinos más caros de España.
Sin duda el secreto de estos vinos está en las viñas viejas de Tempranillo que se cultivan en tan sólo cinco hectáreas y en la rigurosa selección de las uvas en la vendimia. El despalillado se realiza manual y pacientemente, desgranando las uvas más maduras de cada racimo.
Bodegas Dominio de Pingus sigue trabajando sin separarse de su objetivo, dando exclusividad y haciendo que sus vinos sean de los más valorados del mundo.
Desafortunadamente Bodegas Dominio de Pingus no realizan servicios de enoturismo.